Huir no es la mejor forma de ser libre
- Marta Mendoza Gonzáles
- 28 jul 2017
- 1 Min. de lectura

Y desde que te fuiste, los sábados se han convertido en lunes que nunca quise que llegaran. Y las camas siguen pegadas desde la primera vez. Pienso que abrirás la puerta, pero en seguida recuerdo que tengo todas las llaves. Hubiera sido mejor estar a la altura de las circunstancias que dejar que ellas, o el resto, nos atrapase. Y atrapase todo lo bonito. Espero que de algo sirvan las estrellas fugaces y los deseos. Aún no he quitado la nota de la nevera, sigo buscando tu perfume por todas mis camisas y pensando si en alguna lavadora saldrá algún pijama tuyo entre mi ropa.Voy con la inseguridad de quien no espera verte, pero ahí estás, en mi cabeza. Callar no te salva de las cicatrices y huir no es la mejor forma de ser libre. Por eso, aquí estoy.
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