Lo quisimos todo

Lo quisimos todo sin saber que hasta el sol se va si hablamos de puestas,

que no habían mejores caminos que a tu lado

y que las piedras estaban hechas para sostener a los caídos.

Lo quisimos todo,

subir y bajar a cuestas,

sostener la vida con las manos,

adornarnos la sonrisa,

fingir lo perfecto

y caminar descalzos sobre hojas secas y mojadas.

Tú estabas ahí tan indeciso

y yo era la que tomaba las decisiones,

la que agarraba el timón del barco al que subiste,

sabías perfectamente que lo íbamos a perder todo en algún puerto,

pero,

¿Por qué no quererlo todo antes?